OJERAS, MÁS QUE FALTA DE SUEÑO

Jhonnier Smith Campo Cuaran
Especialización en Fisioterapia en Cuidado Crítico
Universidad Autónoma de Manizales

El cuerpo humano es tan complejo que puede manifestar en sí mismo alteraciones tanto funcionales como estéticas; dentro de las estéticas existe una que aqueja a personas de cualquier edad, sexo y raza. Las denominadas “ojeras” son anillos oscuros debajo de los ojos, definidos como máculas pigmentarias bilaterales, redondas y homogéneas en las regiones infraorbitarias; estas interfieren con la apariencia del rostro, dándole a la persona un aspecto cansado, triste o con resaca. No existe un nombre establecido para las ojeras como tal, puesto que en muchos artículos se puede encontrar también como: melanosis periorbitaria, hipercromía cutánea idiopática en la región orbitaria (ICHOR) o pigmentación infraorbitaria.

La etiología de la melanosis periorbitaria u ojeras puede ser muy heterogénea y, aunque la mayoría de las personas la asocian directamente con la falta de sueño, esta se queda muy lejos de ser la principal razón de las mismas. Los factores etiológicos incluyen depósito de melanina dérmica, hiperpigmentación postinflamatoria secundaria a dermatitis de contacto atópica o alérgica, edema periorbitario, localización superficial de la vasculatura y ensombrecimiento por laxitud de la piel, entre otros factores agravantes.

Depósito de melanina dérmica

La causa primaria más común de ICHOR es la hiperpigmentación de la piel, que resulta de los depósitos de melanina en la dermis, estos pueden ser congénitos (primarios) o secundarios a factores ambientales como: exposición excesiva al sol, uso endógeno o de estrógenos y progestágenos exógenos, embarazo y lactancia. Además, algunos autores especulan que el engrosamiento de la dermis, causado por edema, conduce a una mayor incidencia de la reflexión de la luz difusa de los pigmentos, que luego da como resultado una mayor oscuridad de la piel.

Hiperpigmentación postinflamatoria secundaria a dermatitis de contacto atópica o alérgica

Las ojeras son frecuentes en personas alérgicas. En este grupo de población, se cree que son causadas por frotarse y rascarse la piel alrededor de los ojos y por acumulación de líquido debido a la alergia facial.

Localización superficial de la vasculatura

A medida que las personas envejecen, la pérdida de la grasa periorbitaria subcutánea y la atrofia de la piel pueden dar lugar al desvelamiento de la vasculatura orbitaria. El color azulado es secundario a la red capilar dérmica visible.

Otros factores de riesgo

Existen factores de riesgo que están directamente relacionados con procesos biológicos como la edad, ejemplo de esto es la laxitud de la piel y el desgarro asociado con el envejecimiento que generan el sombreado característico de la melanosis periorbitaria, por otro lado, la menstruación denota la pigmentación de la región infraorbitaria en mayor proporción a cuando el ciclo está inactivo en este sentido en términos de prevalencia, las mujeres tienen mayor susceptibilidad de presentar las denominadas ojeras.

Asimismo, la fuerza de gravedad juega un papel importante al actuar sobre un área con poco tejido subcutáneo y poco soporte, lo que hace que la piel se mueva hacia abajo, se estire y adelgace permitiendo que los vasos subyacentes y la musculatura orbicular se hagan más evidentes. También la exposición prolongada a los rayos solares y la falta de sueño exacerban el tono y volumen de las ojeras, puesto que generan vasodilatación de los vasos sanguíneos infraoculares dando un aspecto más oscuro en relación al resto del contorno facial.

Las ojeras no solo son reflejo de variaciones locales a nivel orbitario, sino que también suelen hacer parte de la semiología de diferentes condiciones de salud y más aún cuando se ubican en una sola superficie ocular o se agravan con el tiempo; dentro de estas condiciones podemos encontrar la ojeras por anemia relacionadas con la falta de hierro, ojeras por problemas de circulación relacionadas con dilatación de vasos sanguíneos u ojeras por sinusitis crónica derivada de la hinchazón de los senos paranasales.

Figura 1. En la imagen de la izquierda se observan ojeras derivadas del factor de riesgo de gravedad, por otro lado, en la derecha se evidencian ojeras derivadas de la localización superficial de la vasculatura: (Tomado de: https://themonkeybusiness.es/bebes-y-ninos/por-que-salen-las-ojeras/ (2021)).

Al mismo tiempo las ojeras no solo traen consigo alteraciones anatomofisiológicas sino también implicaciones en el bienestar emocional del individuo; puesto que estos cambios cutáneos y estructurales periorbitarios juegan un papel importante en la edad percibida de las personas, por lo tanto, las ojeras son una fuente no sorprendente de preocupación estética significativa, mayor evidenciada en el sexo femenino. Además, desde el contexto las ojeras suelen asociarse con estilos de vida poco saludables, inadecuados hábitos de sueño y reducen la percepción de belleza. En la actualidad se busca de diversas alternativas para tratar esta necesidad tanto estética como en salud, y las que más se utilizan suelen ser el ácido hialurónico, Láser de pulso largo, láseres Q-Switched, Luz Pulsada Intensa (IPL), ultrasonido microfocalizado, Peelings químicos, cremas blanqueadoras, algunos tópicos, entre otros.


En conclusión, las ojeras van más allá de ser un simple problema estético reflejado en una mancha oscura infraorbitaria, ya que estas incluyen alteraciones estructurales, etiologías variadas e impactan así mismo en la psicología de las personas; Por lo cual se debe percibir y reconocer como algo no ligado únicamente a la falta de sueño. Sobra decir que queda un amplio campo aún por estudiar frente a este tema.

REFERENCIAS
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