ENSEÑANZAS DE UN MAESTRO

Oscar Andrés Alzate Mejía
Docente de Morfofisiología
Universidad Autónoma ee Manizales

En el año 2014 en la ciudad de Armenia, en el X congreso colombiano de Morfología, me encontraba dispuesto a escuchar una de las conferencias inaugurales. Empezó con el Médico Patólogo Jaime Arturo Mejía. Quedé fascinado por su conferencia, tanto así que días después decidí escribirle el siguiente correo:

"Estimado doctor reciba un cálido saludo desde Manizales:

Le escribo con bastante admiración después de escucharlo en el pasado congreso de Morfología. Fue muy interesante entender sus conocimientos en las conferencias que nos orientó, pero lo que más me atrajo fue su forma de ver la educación médica. Me gustaría conocer más sobre esas ideas, quizá si tiene algunos escritos que haya hecho o algunas conferencias que pudiera compartirme, pues estoy convencido que la educación de los futuros profesionales de la salud debe generar grandes cambios.

Gracias por compartir su visión y conocimiento. Hasta pronto"

Días después y de la manera más atenta, el maestro respondió. Este entonces es el centro de esta publicación, espero sirva de reflexión, pues a mi me sigue orientando a la hora de mi quehacer docente: 

"Hola Dr. Alzate, gracias por su deferencia. 


Mi experiencia docente es limitada, fui profesor de patología en Univalle solo por unos meses antes de partir hacía los EEUU hace años, mis padres, abuelos y tíos han sido profesores, quizás por eso me ha atraído igual que usted el noble arte de enseñar. 


En resumen, no soy un experto en el tema. Quizás tenga algunas opiniones, imperfectas. Por ejemplo, trato que mis presentaciones sean más ilustrativas que explicativas. Primero armo una estructura teórica basado en no más de tres objetivos de aprendizaje y luego pienso en las imágenes que mejor ilustrarían los detalles. Por ahí en la tercera o cuarta revisión le agrego experiencias personales o de la vida diaria o de las noticias, trato de apelar a la "persona" y conducirlo a ver lo que yo veo, es decir, por qué es importante. 

Aprendí de los predicadores protestantes y de los rabinos la homilética basada en tres principios de la oratoria de los griegos: pathos, ethos y logos:
  • El logos es la armazón teórico académica, los detalles, sobre todo como una cosa se relaciona con otra. 
  • El ethos, es el aspecto ético, es decir, el beneficio, el deber ser, lo bueno, la validación, la relevancia, la importancia. 
  • Por último, el pathos, el aspecto emocional, personal, el día a día, la noticia, la anécdota, las cosas de la vida. Siempre trato de apelar a esa parte humana y humanística, en mi propio estilo. 

Otro aspecto que puedo comentarle y que veo que nuestras facultades de estudio carecen es falta de sentido de "mentorazgo". Cuando viví en los EEUU ví que muchos docentes tienen su círculo de pupilos, no porque ellos los escojan sino que hay una dinámica de comunicación que permite que eso se dé. Tuve más mentorazgo en los EEUU que acá en Colombia, es triste pero así fue. Aún así, hay un profesor que cuando me ve me dice "mi alumno predilecto" y eso siempre me ha emocionado mucho, me ha motivado a ser mejor. 

Un grupo de muchachos se acercó a preguntarme algunas cosas, me gustó mucho, ustedes los docentes tienen el mejor regalo del mundo. Unos me contaron sus inquietudes, sus inicios en investigación, digámoslo así, sus sueños, y ahí está la conexión. Les ofrecí mi correo, mi número de celular, etc. Creo que eso hace falta. A uno de ellos lo encontré en el lobby y estaba entre un grupo de amigas y lo llamé por su nombre "Santiago, vení" y le ví en la cara la satisfacción, me presentó a sus compañeras, ese acercamiento hace falta, creo. 

Por último, una anécdota. Tuve dos profesores de patología, uno era recio, tirante y exquisítamente memorista, el otro fue Ives Chatain, cirujano francés, nos decía cosas como "qué guantes tan misegablesss", o "si nos sabes eso vas a tegminag matando un paciente", cuando se acercaba a las mesas de cadáver, respondía nuestras preguntas con comparaciones, con anécdotas, con su experiencia, con clínica. Los dos eran necesarios. Tuve dos libros de anatomía, uno rígido, detallado, gráfico, otro lo encontré en la biblioteca, un libro verde, redactado en forma coloquial, y usaba para la anatomía superficial fotos de, me perdona la expresión, viejas en pelota!!!!! usted se imagina el impacto de este libro en un adolescente estudiante de medicina? mis compañeros trataban de reservarlo, pero yo me les adelantaba, llegaba a la Biblioteca antes de que abrieran, madrugaba. 

Quiere que le diga cómo me fue en anatomía? No es necesario, no cierto profe? 

Gracias por esta oportunidad de sacar estas ideas de adentro y compartirlas con usted. Le deseo éxitos. Siempre a la orden"

Gracias Maestro.

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