CONSIDERACIONES MORFOLÓGICAS DE LA CLAVÍCULA

Genaro Morales Parra , María Alejandra Valderrama Hernández
Universidad de Manizales

INTRODUCCIÓN

En el estudio de los huesos se suele utilizar la dimensión predominante como parámetro para clasificarlos en largos, cortos o planos. Deben considerarse también aspectos embriológicos (centros de osificación y mecanismo de formación) e histológicos (localización y distribución del tejido óseo –compacto o esponjoso-) para dar claridad conceptual sobre su estructura y su función particulares. En el caso de la clavícula, en la literatura revisada, se describe mayoritariamente como un hueso largo (1,2,3,4), aunque en su aspecto externo no parece tal; es por eso que en este trabajo se hacen consideraciones desde los aspectos embriológicos, histológicos y macroscópicos de la clavícula con el fin de determinar, strictu sensu, qué tipo de hueso es, según los criterios de clasificación de los huesos.

OBJETIVO

A partir del análisis conceptual de algunos aspectos embriológicos, histológicos y macroscópicos de la clavícula, determinar si es un hueso largo o plano.

MATERIALES Y MÉTODOS

Se hizo rastreo de documentación pertinente y relacionada con el tema, en las bases de datos Proquest, Ovid, en Medline, en los buscadores Altavista, Yahoo, en algunos textos de Morfología y en la revista Int. J. Morphol.,22(3):201-206, 2004, sobre conceptualización y trabajos afines con el tema. Se tomó la información necesaria y suficiente que aportara a la presente discusión, y con ella se hizo un estudio descriptivo, hipotético – deductivo. 

RESULTADOS

El proceso de formación de la clavícula se hace por las vías de la osificación intramembranosa y endocondral, y tiene núcleos de osificación primarios y secundarios en uno solo de sus extremos. 

Uno de sus extremos, es plano y el otro cilíndrico, y “el cuerpo” no tiene el canal medular con las características que tienen los huesos largos típicos. El aspecto macroscópico de la clavícula es curvo, como los huesos planos y no cilíndrico como los huesos largos, aunque su extremo medial es redondeado, como la mayoría de epífisis de los huesos largos, su extremo lateral es aplanado. 

Los cartílagos de crecimiento de la clavícula son cartílagos secundarios ya que se desarrollan del tejido mesenquimático que forma el esbozo del hueso, a diferencia de los cartílagos de crecimiento y articulares de los huesos largos que son cartílagos primarios que derivan del molde cartilaginoso. 

El proceso de desarrollo de los núcleos epifisarios de osificación secundaria, que sigue un patrón encondral, es mucho más tardío. La epífisis lateral o acromial está constituida por un pequeño núcleo epifisario que puede ser reconocido de forma inconstante y que sufre un proceso de fusión muy rápido entre los 19 y 20 años. A menudo su único indicio es el cambio de morfología del extremo acromial de la clavícula de una superficie rugosa típica del joven a una morfología lisa propia del sujeto adulto.

El proceso de desarrollo y fusión de la epífisis medial o esternal de la clavícula ha sido objeto de estudio por parte de varios autores durante el pasado siglo y el presente. Su proceso de fusión desde la aparición del núcleo epifisario es más lento que el de la epífisis lateral, lo que permite a menudo identificar su presencia independiente de la diáfisis de la clavícula. Sin embargo, su proceso de fusión es más errático que el de otras epífisis de huesos largos, habiéndose descrito la persistencia de estados de fusión incompleta. 

Los cartílagos claviculares son cartílagos hialinos cubiertos por una delgada capa de tejido mesenquimático. En su superficie se distinguen varias capas: superficial de tejido conectivo, proliferativa formada por células mesenquimáticas, madurativa con condrocitos hipertróficos y una zona de osificación con condrocitos en regresión y trabéculas óseas en formación. En los cartílagos claviculares la proliferación ocurre en el mesénquima de la capa proliferativa, en cambio, en los huesos lagos la actividad mitótica ocurre en la zona de cartílago hiperplásico. En los cartílagos claviculares existe colágeno tipo I, a diferencia del cartílago de crecimiento epifisiario donde sólo existe colágeno tipo II.

Corte sagital de una clavícula para observar el predominio de tejido esponjoso y la estrechez (casi ausencia) de canal medular; además de las curvaturas del hueso

DISCUSIÓN

En la formación de la estructura ósea se reconocen dos modalidades de osteogénesis: encondral e intramembranosa. La primera es la modalidad seguida por la mayoría de los huesos del organismo, que sufren un proceso de osificación desde núcleos de osificación originalmente cartilaginosos. La osificación intramembranosa deriva de un proceso de osificación a partir de una matriz mesenquimatosa más primitiva. Se ha sugerido por parte de varios autores que esta segunda modalidad de osificación responde a una necesidad filogenética de osificación precoz con el fin de proteger el organismo del recién nacido o facilitar funciones esenciales tras el nacimiento como la succión o la respiración. También se ha considerado que este tipo de hueso no constituye filogenéticamente un hueso verdadero endoesquelético, sino que sería un remanente filogenético del exoesqueleto de nuestros antepasados, por lo que se le suele denominar “hueso dérmico”. La clavícula, sin embargo, es un hueso que sufre un proceso de osificación mixto. En sus fases iniciales de desarrollo sigue un patrón de osificación intramembranoso y en el sujeto adulto sufre una osificación que responde a un patrón encondral.

La mayoría de huesos se osifican a partir de varios focos diferentes, uno de los cuales aparece hacia el final de la vida embrionaria o al principio de la vida fetal (7ªS – 4ºM) cerca del centro del futuro hueso. La clavícula es el primer hueso en osificarse (5ª a 6ª semana de gestación), desarrollando cartílagos secundarios en ambos extremos como centros de crecimiento. Los cartílagos secundarios de la clavícula son cartílagos hialinos revestidos por una delgada capa de tejido mesenquimático que corresponde al pericondrio.

La clavícula es un hueso formado por osificación membranosa, es decir no se preforma de cartílago. Sin embargo desarrolla cartílagos secundarios como centros de crecimiento, similar a lo que sucede con la osificación de los huesos largos, pero estos presentan diferencias morfológicas y funcionales con los cartílagos de crecimiento de aquellos. En los cartílagos claviculares la proliferación ocurre en el mesénquima de la capa proliferativa, en cambio, en los huesos largos la actividad mitótica ocurre en la zona de cartílago hiperplásico. En los cartílagos claviculares existe colágeno tipo I, a diferencia del cartílago de crecimiento epifisiario donde sólo existe colágeno tipo II. La clavícula tiene epífisis en un solo extremo.

Algunas porciones de los centros de osificación secundarios sufren efectos de tracción (por las inserciones musculares), y de compresión (por las articulaciones), se ha sugerido clasificar las epífisis en:

1. De tracción
2. De presión
3. Atávicas

Las atávicas están formadas por centros de osificación que representan elementos esqueléticos que estaban separados en una etapa precoz del desarrollo evolutivo (filogenético), como es el caso de la clavícula. Las epífisis atávicas siempre son de carácter secundario.

CONCLUSIONES

La información obtenida en este trabajo permite concluir que la clavícula tiene características morfológicas mayoritarias de hueso plano, sin dejar de lado que posee algunas características –aunque escasas- de hueso largo; por lo tanto se podría considerar que la clavícula es un hueso de transición de plano a largo, entre los huesos planos del esqueleto axial y los huesos largos del miembro superior, y entre los hueso dermales y los esqueléticos; además puede formar parte de los huesos atávicos.

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