Al mismo tiempo que se han desarrollado las técnicas de ablación mediante catéter para el tratamiento de las arritmias, se ha producido un gran interés por la disposición anatómica del sistema de conducción cardíaco. La descripción morfológica de los nodos cardíacos y del sistema de conducción específico comenzó hace aproximadamente 100 años. Desde entonces ha sido un tema polémico, posiblemente debido al conocimiento poco preciso de las definiciones histológicas que los primeros investigadores hicieron sobre este sistema. Los componentes y la estructura del sistema de conducción en el hombre son comparables a los encontrados en los animales utilizados normalmente en el laboratorio. El sistema de conducción está compuesto de miocitos especializados. Su componente auricular, el nodo sinoauricular y el auriculoventricular, están en contacto con el miocardio auricular. Penetrando el trígono fibroso derecho se encuentra el haz de His, que posteriormente se divide en 2 haces (ramas derecha e izquierda del haz de His) que también se encuentran rodeados por una envoltura de tejido conectivo que los aísla del miocardio ventricular de trabajo. Sólo las ramificaciones más distales de estos haces ventriculares, donde desaparece la envoltura conectiva, permiten un contacto directo con el miocardio de trabajo. El conocimiento del miocardio especializado puede ayudarnos en el desarrollo de terapias potenciales para algunas formas de arritmias cardíacas.
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