SENOS EN LA CAVIDAD NASAL

Lina María Montes Rincón
Especialización en ortodoncia
Universidad Autónoma de Manizales

Los senos paranasales son cavidades aéreas que se encuentran en los huesos de la parte anterior del cráneo y rodean las fosas nasales. La mayoría se encuentran presenten en el nacimiento, Su desarrollo continúa hasta la adolescencia y en algunos casos se van neumatizando hasta la edad adulta.

Están conectados con el aparato respiratorio y se encuentran tapizados por una mucosa respiratoria. Su epitelio es de tipo respiratorio seudoestratificado cilíndrico ciliado. Consta de cuatro tipos: células basales, células caliciformes (células mucosas), células con microvellosidades (intensa actividad metabólica) y células ciliadas (80% de las células totales).

Tienen diferentes funciones, aunque no se encuentran 100% establecidas. Estas funciones dependen del ostium que es el orificio por el que los senos paranasales se comunican con las fosas nasales. Es un lugar que permite el paso obligatorio de aire y de secreciones. El calibre del ostium varía mucho de una persona a otra, con valores de 0,5 – 5 mm y una media de 2,4 mm. No hay diferencia entre hombres y mujeres. Es importante tener una permeabilidad constante de estos para facilitar su función.

Funciones de los senos paranasales:
  • Humedecer y calentar el aire mediante células con microvellosidades, ricas en mitocondrias, retículo endoplásmatico rugoso y con una intensa actividad metabólica para el intercambio transepitelial de líquido. El óxido nítrico hace parte importante de esta función, debido a que, al dilatar los vasos de la pared nasal, el óxido nítrico aumenta su capacidad y por lo tanto regula la temperatura intranasal.
  • Sistema de defensa, producen mucosidad mediante las células caliciformes que sintetizan, almacenan y excretan mucina (componente fundamental del moco). La secreción diaria de moco es de 0,3 ml/kg. Aparte de proteger al epitelio frente a irritantes como virus y algunas bacterias, lo tapiza y lo lubrica.
  • Actuar como caja de resonancia para producir los tipos de sonidos de voz.
  • Aliviar el peso de los hueso del cráneo para mantener el equilibrio de la cabeza, por eso a los huesos que los contienen se les denomina neumáticos.

Tipos de senos paranasales:

Existen cuatro pares de senos paranasales: senos frontales, senos etmoidales, senos esfenoidales, senos maxilares.

Figura 1: Identificación de los senos paranasales. 

Los senos frontales se encuentran en la región frontal, por encima de los arcos supraorbitarios. Ocupan una posición medial y están ausentes en el 5% de la población, estos drenan a la cavidad nasal mediante el conducto nasofrontal. Se individualizan hacia los 8 años y alcanzan su tamaño definitivo en la edad adulta.

Los senos etmoidales se dividen en anteriores y posteriores se encuentran en el hueso etmoides, entre la lamina perpendicular y la lámina cribosa. La pared superior es el techo del etmoides. Los anteriores drenan en el meato medio y los posteriores drenan en el meato superior. Están presentes desde el nacimiento y a los 12 años su tamaño es casi similar al del adulto.

Los senos esfenoidales se encuentran en el hueso esfenoides, son generalmente asimétricos y están separados por un tabique. Son los más mediales, los más posteriores y los más profundos del macizo facial. Su neumatización comienza aproximadamente a los 3 años, y alcanzan su tamaño definitivo hacia los 18. Su orificio se encuentra en el pliegue esfenoetmoidal, en la prolongación del cornete superior.

Los senos maxilares son los mas grandes, ocupan una posición infraorbitaria. La pared interna inferior tiene relación con las raíces de dientes posteriores superiores, la pared posterior corresponde a la pared anterior de la fosa pterigopalatina, en la que se encuentra la arteria maxilar interna. El drenaje se encuentra en el meato medio. Existen en el recién nacido, aumentan de tamaño con rapidez hasta los 3 años, y de nuevo a los 7-12 años. Después, siguen creciendo ligeramente hasta la edad adulta.

Referencias:
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  • Keir, J. (2009). Why do we have paranasal sinuses? Journal of Laryngology and Otology, 123(1), 4–8. 
  • Lundberg, J. O. (2008). Nitric oxide and the paranasal sinuses. Anatomical Record, 291(11), 1479–1484. 
  • Silva Méndez-Bengassi, I., Vasallo García, V., & Cenjor Español, C. (2014). Anatomía Y Embriología de la nariz Y senos paranasales. Libro Virtual de Formación En ORL (SEORL PCF), 41, 1–34.

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