Resulta al menos paradójico que hoy por hoy nos parezca anormal la fijación obsesiva de alguien por la muerte, pero nos resulta corriente la despreocupación completa por ella. O sea que nos parece patológico pensar su presencia inevitable y recurrente en nuestra vida, pero la indiferencia o el borramiento total no nos asombran. Cosa curiosa que habrá que tratar de explicar. Pues los humanos frente a la muerte, como frente a cualquier otra situación, nunca hemos reaccionado de manera igual. No existe la atemporalidad o ahistoricidad de las valoraciones humanas. Todas nuestras maneras de ver, sentir y comprender el mundo son permanentemente cambiantes. Este es el credo de los historiadores.
Osorio JW. Esa cosa tan extraña y familiar que se llama la muerte. Rev CES Med 2007;21(2): 95-100
Osorio JW. Esa cosa tan extraña y familiar que se llama la muerte. Rev CES Med 2007;21(2): 95-100
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